Analizamos la temporada 2020 de Charles Leclerc: salvando a una Ferrari destrozada
Charles Leclerc, como octavo clasificado del Campeonato de Pilotos 2020, protagonista de esta nueva edición de “La temporada de…”: año de sufrimiento para la Scuderia Ferrari y, consecuentemente, para su alineación, en la que el monegasco trata de salvar los muebles a duras penas y cuando el SF1000 muestra destellos de mejora.
El piloto de Mónaco, una de las grandes revelaciones de la pasada temporada 2019 y previsible candidato a la lucha por el título de la campaña que acaba de concluir, resulta condicionado por el pésimo rendimiento de su monoplaza y los incontables problemas de una naufragada escudería de Maranello. De hecho, ni siquiera sus brillantes actuaciones le permiten estar, regularmente, en posiciones dignas de un Ferrari.
Tras impresionar con una meritoria segunda posición en la cita inaugural del calendario, el Gran Premio de Austria, la temporada se ponía cuesta arriba, más si cabe, al número 16 y, principalmente, a la estructura italiana. Tan sólo el tercer cajón de la primera ronda británica y tres cuartos puestos más a lo largo del campeonato maquillarían, sutilmente, su sufrida campaña 2020 solamente salpicada por los accidentes de Estiria y Sakhir.
Aun así, no cabe duda del talento del joven monegasco. No defraudó en su debut con Alfa Romeo Sauber, recibiendo el pase al equipo con más historia de la parrilla, con el que también mostró sus cartas el pasado año. Por ello, y de acuerdo con sus actuaciones esta temporada, se hace grande con las dificultades puestas en su camino, a modo de obstáculos que, además, le sirven como lección de aprendizaje y madurez.
Sin más que añadir, es de justicia valorar positivamente el año de un muy veloz Charles Leclerc que brilla, incluso escarmentado por el bajo rendimiento de su monoplaza y cuya toalla nunca tiró ni reprochó a la Scuderia en sus momentos más arduos, con un 8 sobre 10 puntos. ¿Qué nota le pondrían ustedes? ¡Les leemos en las redes sociales de TheBestF1.es!