Whitmarsh: “La mayoría de los ganadores son increíblemente egoístas”
Martin Whitmarsh ha sido un integrante del equipo McLaren durante muchísimos años, en los que ha visto cómo la escudería de Woking lograba títulos mundiales en años de gloria, o sufría durante los años de dominio de Ferrari. El ingeniero británico llegó al equipo en 1989, con el duelo entre Alain Prost y Ayrton Senna en pleno auge; a partir de aquí, Whitmarsh ha visto pasar por McLaren a pilotos como Mika Häkkinen, Fernando Alonso, Kimi Räikkönen o Lewis Hamilton.
Con el cambio de normativa de 2014 en Fórmula 1 que introdujo los motores V6 turbo, sumado a una McLaren en horas bajas y una oferta del regatista olímpico Ben Ainslie para participar en un proyecto de la Copa América, Martin Whitmarsh decidió dejar la Fórmula 1 y McLaren.
Habiendo trabajado tantos años en la categoría reina del automovilismo en un equipo como McLaren, y ahora involucrado en proyectos de regata, Whitmarsh puede ver desde fuera cual es la situación del ‘gran circo’.
Principalmente, destaca la sed de sangre que existe entre los compañeros de equipo; para ser campeón del mundo, un piloto debe ser egoísta.
“Los pilotos de carreras están solos en el coche y la mayoría de los ganadores son increíblemente egoístas. Hablan de jugar en equipo pero no están hechos para eso, son máquinas de matar. Un piloto de F1 simplemente quiere matar a su compañero de equipo”, explica al medio británico ‘Express’.
Compara la competitividad y el trabajo en equipo de la Fórmula 1 con la del mundo de las regatas. Puntualiza la falta de humildad existente en la parrilla, cosa impensable que exista en la cubierta de un barco en plena competición.
“Ainslie tiene toda esa intensidad, pero no puede ganar por sí mismo. Confía en que otros cinco hombres rindan, así que tienes que ser algo diferente. Tiene un deseo increíble de vencer, similar al de cualquier piloto de carreras, pero tiene una humildad considerable también“, finaliza.