Ross Brawn ya piensa en los motores de 2020
Ross Brawn mira al futuro y ya piensa a largo plazo. El que será asesor de los futuros propietarios de la Fórmula 1, Liberty Media, se ha pronunciado sobre la reglamentación de la competición y los motores V6, que concluirá en el año 2020. Para ello, el ingeniero considera que lo primero que deben hacer es plantear exactamente qué es lo que se le pide a la unidad de potencia y deja la puerta abierta a que en un futuro la Fórmula 1 se aleje, y mucho, de los coches de serie.
“La Fórmula 1 debe considerar seriamente lo que realmente pide un motor. Lo que hemos hecho en los últimos años era alinear con los coches de producción. Tenemos esta revolución en curso, y los coches de serie que tenemos en 10 años será muy diferente. ¿Podemos mantener el nivel de maravilla tecnológica de la Fórmula 1 pero hay que reconocer que tal vez ha llegado el momento de alejarse de la dirección de los coches de serie “, cuestiona Brawn.
Y es que la irrupción de los coches eléctricos y de hidrógeno deben servir para que la competición se plantee en qué sentido quiere remar, pues si bien la tecnología juega un papel vital en Fórmula 1, también hay que considerar otros aspectos que mantiene vivo el ‘gran circo’ del motor.
“Ya tenemos la Fórmula E, que ha encontrado su lugar, pero la Fórmula 1 no es sólo un espectáculo de tecnología, es un gran circo y hay que buscar la mejor manera de mantenerlo. Podría ser el momento de decir: Tenemos esta maravilla de la tecnología, pero vamos a dar un paso atrás y pensar en la aplicación del motor ideal para la Fórmula 1, que puede incluir varias tecnologías que son relevantes. Hay que sentarse con el fabricante, los equipos y los grupos de interés y decidir lo que queremos más allá de 2020”, explica el ingeniero británico.
Y es que uno de los aspectos claves para mantener el interés de la Fórmula 1 es que haya más igualdad en la parrilla y que los equipos puedan competir de tú a tú. De ahí que el Brawn le dé tanta importancia a un acuerdo entre las diferentes partes en el que todos salgan ganando.
“Hay que tener en cuenta el aspecto de los costes, ya que el motor es demasiado caro. En cierto modo, el motor actual es una maravilla tecnológica, y ha hecho que algunas fabricantes se renueven Pero si hablamos de la Fórmula 1 que se verá en 2020, ahora es el momento de hablar para que nadie se sienta en desventaja competitiva para el correcto desarrollo de las inversiones. Se necesitan dos años para desarrollar un motor, así que a finales del próximo año la Fórmula 1 ya sabrá que motor quiere en el futuro”, concluye Brawn.