Prueba Ford Kuga ST-Line 2022: es de lo mejor del segmento
Es un SUV del segmento C que, con el paso de los años, ha ido sufriendo diferentes modificaciones tanto visuales como mecánicas. En el 2011 salió a la venta la segunda generación y en el 2016 la tercera. La cuarta generación es la que estamos probando. Una generación que ha dejado un poco la apariencia de vehículo campero para adquirir un diseño de vehículo compacto con una mayor altura y que te sugiere realizar largos viajes por carretera, como con este Ford Kuga.
Nos ponemos al volante de una unidad del Ford Kuga 1.5 EcoBlue con 120CV de potencia y un cambio manual de seis velocidades. Una opción realmente atractiva para aquellos que quieren seguir haciendo grandes kilometradas sin dificultades, confiando en una mecánica diésel que tiene un rendimiento sobresaliente con unos consumos realmente competitivos. Una unidad que podréis adquirir en TYSA Ford, concesionario oficial Ford en Sevilla y Córdoba.
Diseño exterior: un diseño deportivo sin perder el espíritu campero
Ford ha querido fusionar un diseño exterior emocional con una trabajada aerodinámica gracias a que la gestión del flujo de aire alrededor del vehículo desempeña un papel fundamental en el desarrollo de los modelo. Este Ford Kuga se ha convertido en un coche mucho menos robusto que ha adquirido un diseño más de compacto, con el objetivo de convertirse en un coche más eficiente a nivel aerodinámico.
Nos encontramos ante un coche mucho menos robusto, que ha sido esculpido con el objetivo de convertirse en un coche mucho más compacto, escultural y atlético, que luce un perfil más bajo y elegante, con cortos voladizos delanteros y traseros, esquinas truncadas y características aerodinámicas armoniosamente integradas.
Este Ford Kuga adquiere muchas soluciones de diseño que ya tenía implementadas el Ford Focus, que tiene una dinámica realmente sobresaliente. Una de las soluciones adquiridas ha sido la de retrasar la posición del puesto de conductor imponiendo un gran morro, para darle al Ford Kuga una apariencia más compacta y dinámica. En la parte delantera, además, llama especialmente la atención la gran parrilla que está siendo habitual en la actual generación de vehículos que tienen en catálogo.
En el morro también sorprendía ver unos faros equipados con tecnología Full Led que dan una visibilidad nocturna y una apariencia espectacular. Además, contaban con la opción de ser faros adaptativos, que ajusta el ángulo y la intensidad de los faros para adaptarse al entorno de conducción, añadiendo luces largas que no deslumbran, lo que evita la posibilidad de deslumbrar accidentalmente a otros conductores y ayuda a los usuarios a ver mejor la carretera por la noche.
El haber compactado el diseño de este Ford Kuga, unido al aumento de la distancia entre ejes en 20 milímetros, hace posible incrementar el diámetro del neumático para conseguir una estética con la que se reduce el efecto de ser un coche robusto. Además, en este acabado ST-Line, los pasos de ruedas pasan a ser del mismo color de la carrocería, cuenta con una doble salida de escape real, un marcado paragolpes y el difusor trasero, que unen a la perfección con una altura rebajada en 13 mm, con muelles, amortiguadores y barras estabilizadoras afinados.
Interior: Un importante salto de calidad
Hace unos años el concesionario TYSA Ford nos permitió poder probar la anterior generación del Ford Kuga que hoy os presentamos en su tercera generación. Teniendo en cuenta el interior que montaba la anterior generación con el que monta el actual, vemos claramente nuevos elementos de diseño y materiales que le confieren un carácter distintivo, como los detalles en fibra de carbono o costuras en rojo del acabado ST-Line.
La primera conclusión que tomamos es la misma que tomamos cuando probamos el Ford Focus en su acabado ST-Line. El salto cualitativo ha sido importante en comparación a la versión anterior y los materiales han mejorado considerablemente, con un cuero excepcional en el volante, unos materiales de gran calidad en los asientos y sobre todo, gran presencia de materiales blandos en todos los paneles que están a mano en el interior. Bien seguimos encontrando plásticos duros en algunos elementos, especialmente en las partes más bajas, la percepción visual es mejor y su acabado está más cuidado que antes.
El diseño de este nuevo Ford Kuga ha adquirido los patrones que la marca norteamericano ha implantado en sus últimos lanzamientos, con un interior muy limpio y ordenado, quitando botones innecesarios y los que permanecen, colocarlos en lugares adecuados, lógicos y de muy fácil acceso. Por otra parte, los asientos son cómodos y ofrecen buen agarre en el respaldo, aunque lo cierto es que podrían mejorarse el agarre en la banqueta.
Por último, destacar que este Ford Kuga cuenta con la pantalla táctil de 8 pulgadas que lleva instalada SYNC 3, navegador y sistema de sonido B&O Play, la cual tiene una gran fluidez de funcionamiento y además, es realmente intuitiva, y como novedad este Ford Kuga introduce una instrumentación digital específica de 12,3 pulgadas que muestra toda la información necesaria de manera clara e intuitiva.
En cuanto a habitabilidad y capacidad, en la parte delantera contamos con unos asientos realmente cómodos y ofrecen buen agarre en el respaldo, aunque lo cierto es que podrían mejorarse el agarre en la banqueta.
Sí que sorprende la gran habitabilidad que hay en las plazas traseras, la cual ha mejorado de manera importante en comparación a la generación anterior, consiguiendo recibir a dos ocupantes adultos de 1,90 con bastante holgura, ya que pese a estar homologado para cinco ocupantes, como suele ser habitual en este segmento, cuatro pasajeros viajarán con mayor comodidad. Finalmente, en maletero no contamos con una sorpresa, ya que la capacidad es una de las últimas del segmento con un mínimo de 411 litros y un máximo de 581 litros de capacidad.
Motorización: gran despedida al motor diésel
La unidad de pruebas que pudimos disfrutar durante varios días contaba con un motor 1.5 EcoBlue de 120 CV, un motor diésel que será extraño de ver en pocos años, ya que las mecánicas de combustión y más diésel tienen los días contados en el mercado automovilístico. Por ahora, hemos tenido la oportunidad de disfrutar de una mecánica que tiene un gran potencial, con un rendimiento muy competitivo, consumos muy consumidos y una caja de cambios excepcional manual de seis velocidades.
Antes de comenzar la prueba, sabía perfectamente que la suavidad de funcionamiento del propulsor iba a ser de sobresaliente, incluso llegando a niveles de gasolina. Me monté en nuestro Ford Kuga, encendí el motor, devoré los primeros kilómetros y confirmé lo que había pensado antes de subirme a probar esta unidad.
Este motor nos ofrece una conducción muy agradable y es bastante progresiva en general, aunque cuando lo necesitemos, tenemos una buena reserva de potencia y de respuesta debajo del pedal del acelerador. También contaremos con una buena economía de uso, ya que, pese a que contamos con un coche que pesa bastante, más de tonelada y media, la eficiencia de este motor es de sobresaliente, registrando una cifra de consumo tras la prueba de 6,1 litros a los 100 kilómetros.
Por otra parte, la caja de cambios manual de seis velocidades es muy precisa y las transiciones son directas y fáciles. Sin lugar a duda, se nota como Ford desarrolla sus modelos europeos en Alemania, ya que la suavidad de uso a nivel dinámico de sus coches está a la altura de un modelo germano.
Comportamiento: aplomo y estabilidad muy notables
Desde el lanzamiento de la primera generación del Ford Kuga, la marca norteamericana siempre ha acertado de lleno con la puesta a punto del chasis de su SUV-Compacto. Tal es la eficiencia y buen comportamiento que han conseguido, que nuestra unidad de pruebas, en versión ST-Line, estaba casi a la altura de un compacto en cuanto a agilidad y respuesta en carreteras reviradas.
Bien es cierto que el Ford Kuga no puede estar a la altura del Focus, sobre todo, teniendo en cuenta que es más alto y pesado, sin embargo, sorprende gratamente su agilidad. Tiene unas reacciones muy seguras que nos hacen poder disfrutar de las carreteras de curvas de manera muy gratificante. La dirección es suficientemente rápida y contamos con un sistema que reduce el balanceo actuando sobre los frenos en lugar de sobre las barras estabilizadoras. Un completo acierto, ya que el Ford Kuga ST-Line, con su chasis con mejor puesta a punto, resulta muy eficaz en carreteras donde con otros SUV-Compactos, deberíamos pensarnos más la velocidad con la que afrontamos las curvas. La suspensión, por su parte, es estable y da confianza, provocando balanceos de la carrocería de manera controlada.
Con los nervios más calmados y realizando una conducción más tranquila, el Ford Kuga da la talla de manera sobresaliente. En autovía tiene un gran aplomo y se agradecen los largos desarrollos del cambio que permiten ir rodando a 120 km/h con el motor bajo de vueltas, lo que baja el consumo y reduce el sonido en el habitáculo. En carreteras secundarias, la visibilidad es muy buena gracias a su altura, confirmando su buen comportamiento dinámico en este terreno y permitiéndonos tomar las curvas más cerradas con confianza ya que podremos echar todo el peso al eje delantero sin temor que el chasis se descuadre.
El Ford Kuga ST-Line que tenéis disponible en TYSA Ford nos ofrece un diseño fresco, con un acabado de carrocería deportivo que le favorece terriblemente, un interior amplio y con buenas calidades, un motor suave y económico, y, sobre todo, un comportamiento dinámico que es referente en el segmento de los SUV-Compactos. ¿Tengo que preguntarte si piensas que el Ford Kuga es una opción de compra evidente? No lo creo.