El Gran Premio de Estados Unidos sufre una ligera pérdida de asistencia en su sexta edición
Malas noticias para el Gran Premio de Estados Unidos. Pese a que el circuito de las Américas acogía una nueva edición de la Fórmula 1, en la que Lewis Hamilton tenía el primer “matchball” para llevarse el título no fue aliciente suficiente para mejorar los registros obtenidos en 2016, cuando el propio Hamilton y el alemán Nico Rosberg estaban también en plena batalla por el campeonato del mundo.
Mucho se esperaba del Gran Premio de Estados Unidos, pues a la emoción en pista se le añadieron la visita de varias celebridades a lo largo de todo el fin de semana. A los conciertos de Justin Timberlake -motivo del retraso de la clasificación del sábado- y Stevie Wonder se le sumaron la visita del ex-presidente del país Bill Clinton o el ya retirado Usain Bolt, que dio la bandera verde y realizó las entrevistas en el podio.
Pese a la disminución del número de espectadores fueron hasta 258.000 aficionados los que se dieron cita en Austin a lo largo del fin de semana, una cifra solo superada esta temporada por el Gran Premio de Bélgica, donde llegaron a coincidir un total de 265.000 personas a lo largo de los tres días de competición.
Así pues, el Circuito de las Americas logra batir en número de espectadores a trazados consolidados en el calendario como el de Barcelona-Cataluña -con un total de 94.623 aficionados- o el de Italia, que se disputó el pasado mes de septiembre en Monza, acogiendo un total de 185.000 espectadores.
Este fin de semana la Fórmula 1 se dirige hasta México, donde Lewis Hamilton dispondrá de su segundo punto de partido. El Autódromo Hermanos Rodríguez logró, la temporada pasada, el grandioso honor de ser el Gran Premio con un mayor número de aficionados en el circuito. El gran aliciente que supone ver la batalla por el título en juego podría disparar la cifra de 339.967 aficionados obtenida el año pasado.