Mercedes sufre espionaje industrial: Uno de sus ingenieros pasaba datos a Ferrari
La marca alemana Mercedes-Benz AMG emprende acciones legales contra uno de sus ingenieros en la F1 por obtener información confidencial con el propósito de entregársela a la escudería italiana Ferrari.
Mercedes AMG ha demandado a Benjamin Hoyle, un ingeniero que tiene la intención de unirse a Ferrari después de que su contrato expirara en diciembre con la marca alemana.
“Tienen lugar acciones legales entre AMG High Performance Powertrains Ltd. y un empleado. La compañía ha seguido los pasos legales apropiados para proteger su propiedad intelectual”, expresa el comunicado de Mercedes.
Hoyle ha buscado y guardado archivos, incluyendo un informe de la carrera de Hungría de este mismo año, con diversa información sobre los motores Mercedes; kilometraje, datos de daños y archivos que contienen el código necesario para descifrar cierto contenido, alega la demanda.
Todas las alarmas han saltado en uno de los deportes más secretos del mundo, donde pequeños avances tecnológicos pueden poseer la llave a una temporada ganadora.
Donde solo cuatro fabricantes suministran motores en el mundo de la Fórmula 1: Mercedes, Ferrari, Honda y Renault, cuyo costo promedio por temporada es de 25.5 millones de dolares para cada marca por temporada. Supone una gran inversión de cada empresa, por ello, no se permite que se filtre ninguna información a las marcas competidoras.
“Las acciones de Hoyle se calcularon para destruir o dañar seriamente la relación de confianza que se tiene con Mercedes. El Sr. Hoyle y Ferrari han ganado una ventaja ilegal”, explica la empresa en el comunicado.
Fin del contrato
Hoyle se unió en 2012 como uno de los cuatro líderes del equipo en el Departamento de ingeniería de rendimiento Mercedes, que también suministra motores a Force India, Williams y Lotus, según el comunicado. El 21 de mayo del año pasado, Hoyle dijo a Mercedes que él dimitiría cuando su contrato expirara a finales de 2015. Mercedes se enteraba poco después que Hoyle trató de unirse al equipo Ferrari, por lo que le asignaron tareas que no estuvieran relacionadas con la F1.
A pesar de su reasignación, encontraron a Hoyle mirando informes y obteniendo datos confidenciales de la marca, según la demanda.
“Intentó borrar los archivos que había obtenido para ocultar el delito”, afirma la empresa.
Mercedes está esperando el regreso de todos los documentos e información sustraídos y quiere bloquear la posible unión de Hoyle a cualquier otro competidor de la F1 hasta que termine la temporada 2016.