Análisis Williams FW43B: evolución conservadora para un año de transición
Williams Racing afronta esta temporada como un año realmente complejo. La venta del equipo a unos nuevos dueños a mitad de la pasada temporada hace que esta campaña sea un año de transición, en el que los nuevos propietarios y directiva de la estructura pondrán sus nuevas directrices para guiar a un equipo que ha tocado fondo en la Fórmula 1 y en el que invertirán para devolverlos a la lucha en una zona competitiva.
El Williams FW43B, como su propio nombre indica, es un desarrollo realmente conservador del monoplaza que utilizaron el año pasado y que supuso un salto realmente importante en comparación a 2019. Un monoplaza en el que se han mejorado ciertos aspectos para intentar dar otro pequeño salto en un año de transición a la espera del nuevo reglamente de 2022 que les dará una buena oportunidad.
En la parte delantera del monoplaza, no se aprecian cambios evidentes en casi ningún elemento del FW43B, en comparación al monoplaza del año pasado. A diferencia de otros equipos, Williams no ha querido tomar riesgos y mantiene un concepto muy diferente al que otros equipos están implantando, confiando de nuevo en un morro ancho y con soportes separados al máximo para general mayor caudal de aire bajo el morro. En cuanto al alerón, se pueden ver ligeros cambios, ya que los flaps del ala delantera se han modificado en parte. En cuanto a concepto es prácticamente similar, con unos soportes similares y unas extensiones por debajo del morro de misma configuración, conservando también la misma arquitectura y ranura del S-Duct.
Pasando a la zona media del monoplaza, al igual que muchos equipos, en Williams también han desarrollado una serie de cambios para hacer esa zona más competitiva, ya que es realmente crítica a nivel aerodinámico. Echándole un vistazo a las pocas fotos que nos ha permitido poder ver Williams de su nuevo FW43B, sí que se pueden apreciar evoluciones de los barge boards y deflectores laterales en comparación al concepto que utilizaron durante la temporada 2020 de la Fórmula 1.
La unión del barge board al chasis se ha visto actualizada, tomando el concepto que utiliza McLaren y adaptándolo al FW43B. Además, esa unión ahora está algunos centímetros por encima del boomerang, elemento horizontal que se puede apreciar en las fotos. En cuanto al deflector lateral, ha sido evolucionado incorporándose mejor a la forma del pontón gracias a una forma más redondeada. Además, en comparación al año pasado, este deflector ha perdido una paleta aerodinámica, pasando de tener siete a seis. En el suelo, la prohibición de incluir ranuras o slots hace que Williams incluya una doble pestaña longitudinal.
Terminando con la tapa motor, en Williams han trabajado mucho en este aspecto para hacer la parte trasera del FW43B mucho más estrecha. Cierto es que esta reducción de anchura de la tapa motor se debe al gran trabajo que ha hecho Mercedes para hacer de su unidad de potencia un conjunto mucho más compacto, algo que ha permitido a los equipos que motorizan el poder hacer una trasera del monoplaza más estrecha.
La unión del chasis con el fondo plano se ha mantenido en igual forma, sin embargo, la rampa que forma la estructura se ha radicalizado, siendo ahora el canal mucho más uniforme. Se aprecia un cambio en el volumen y curvatura de la cubierta motor, observando que en la parte baja del monoplaza se ha estrechado la trasera y en la parte media quizás está un poco más abultada que el año pasado. Un concepto abultado a mitad de monoplaza en la parte trasera que se ha podido ver en Aston Martin y el equipo Mercedes, por un componente del motor que necesitará algo más de espacio para una parte trasera que ha sido exprimida al máximo.