Análisis Renault 2017: La construcción de los bases de un equipo ganador
Tras su vuelta a la Fórmula 1 en 2016 como equipo oficial, 2017 ha sido un año de transición para Renault. Aún no han logrado alcanzar los podios y las victorias, pero sí han sabido adaptarse correctamente al gran cambio reglamentario y disponen de un coche con margen de mejora. Además, Nico Hülkenberg y Carlos Sainz invitan a soñar a los aficionados a la marca del rombo.
Pese a un buen final que deja entrever que las bases para 2018 son sólidas, el actual curso nunca fue un camino de rosas para Renault, quienes estuvieron perjudicados por el pobre rendimiento de Jolyon Palmer, ya que únicamente puntuó en 1 de las 16 carreras disputadas. El buen final de año protagonizado por Sainz y Hülkenberg hizo que la marca francesa lograra ser 6ª en el mundial de constructores.
Desde los test de pretemporada celebrados en Barcelona, el RS17 se mostró como un coche robusto, fiable, pero un margen de mejora muy alto en areas de chasis y aerodinámica. La unidad de potencia todavía no estaba al nivel de las Mercedes o Ferrari, pero ya era una herramienta de trabajo con la que se podían alcanzar aprobados y notables con cierta asiduidad.
En el Gran Premio de España, Nico Hülkenberg y Renault iban a alcanzar el que sería el mejor resultado de la temporada, el sexto puesto. En dicho gran premio, los de Enstone dieron un paso adelante que les llevaría a puntuar en Montreal y Silverstone antes del parón estival.
Mientras que el coche nº 27 maximizaba el rendimiento del coche, el 30 vagaba por los circuitos sin finalizar las carreras por innumerables errores de pilotaje o las finalizaba fuera de la zona de puntos. Palmer no logró puntuar en ninguna de las 11 primeras carreras antes de las vacaciones de verano, lo que provocó que Abiteboul y Prost comenzaran a mover hilos para encontrar un sustituto a la altura de la marca.
Con la llegada del Gran Premio de Bélgica, Renault se puso como objetivo adelantar a Toro Rosso y a Haas en un mundial de constructores en el que no les estaba yendo nada bien. El pobre rendimiento de la unidad de potencia de los Toro Rosso y el interés de Renault en Sainz hicieron que la tensión entre ambos equipos creciera enormemente hasta un punto en el que la marca francesa fue acusada de sabotaje. En cualquier caso, las continuas actualizaciones del chasis, del difusor o de otras partes como los “turning vanes” o los pontones hicieron que Renault creciera con el paso de cada evento.
Durante el Gran Premio de Japón, Renault confirmó la llegada de Carlos Sainz a Enstone como piloto oficial para sustituir a Jolyon Palmer. Con este acuerdo, los franceses firmaron la paz con Red Bull, ya que, pese a que Sainz vestiría de amarillo, el español seguiría siendo piloto de la marca de bebidas energéticas y podrían disponer de él en 2019.
En su primera carrera con Renault, Sainz logró finalizar en 7ª posición y consiguió que Renault adelantara a Haas en el mundial de constructores. En Austin, Sainz enseñó los dientes y dejó claro a su equipo y al paddock que Prost y Abiteboul no se habían equivocado al escogerle.
En Brasil y Abu Dhabi (las dos últimas carreras de la temporada), Nico Hülkenberg realizó un trabajo impecable y con sus 10ª y 6ª posición, Renault desbancó a Toro Rosso del 6º puesto en el mundial de constructores.
Apoyándonos en la gráfica superior, a simple vista se puede apreciar como en las 16 carreras en las que Hülkenberg y Palmer fueron compañeros de garaje, el alemán (de amarillo) consiguió estar regularmente por delante. Es necesario destacar que, pese a la mejora de la fiabilidad del propulsor, tanto Nico como Jolyon abandonaron en 4 y 5 de esos 16 grandes premios. Es necesario destacar que Hülkenberg rodaba 4º en Singapur cuando se vio obligado a abandonar, hecho que de haberse evitado hubiera facilitado el final de temporada del equipo.
Con la llegada de Sainz, Hülkenberg no soltó la batuta de piloto referencia y acabó la temporada consiguiendo 2 grandes resultados. Por su parte, las 4 últimas carreras de la temporada sirvieron a Sainz para conocer a fondo el equipo en el que competirá durante la próxima campaña.
Nico Hülkenberg fue más rápido que Jolyon Palmer en todas las sesiones de clasificación que compartieron. El británico además tuvo la “mala fortuna” de quedar eliminado en diversas Q1, lo que aumentó las emergencias del equipo por encontrarle un sustituto.
Teniendo en cuenta el cambio reglamentario experimentado en 2017, Renault debe hacer una valoración positiva de su campaña. La marca francesa ha hecho crecer su estructura invirtiendo más y más dinero en capital humano, por lo que todo invita a pensar que en 2018 serán un equipo competitivo que luchará con los equipos más poderosos de la parrilla.
Carlos Sainz y Nico Hülkenberg serán los encargados de obtener el mayor rédito de un R.S. 18 que verá la luz a mediados de febrero y que rodará por primera vez en Barcelona a finales de ese mismo mes. ¡Este fue el 2017 de Renault Sport F1!