Análisis Red Bull RB15: Diseño y aerodinámica llevados al límite una vez más
Con pocos días por delante antes de que empiece la pretemporada 2019 del Campeonato del Mundo de Fórmula 1, los diferentes equipos de la parrilla se apresuran en presentar sus monoplazas antes de que estos salgan a pista en el Circuit de Barcelona-Catalunya. Y ayer, entre otros, fue el turno de uno de los equipos que está llamado a ser protagonista de la temporada que en breves vamos a iniciar, la formación austriaca con base en Milton Keynes, Aston Martin Red Bull Racing.
El nuevo RB15 de la marca de las bebidas energéticas, como así se denominada el primer monoplaza de Red Bull que montará un motor Honda en la historia, veía la luz hace no más de 24 horas, y tras completar sus primeros kilómetros en pista tras realizar un ‘filming day’ en el trazado de Silverstone, podemos intentar sacar las primeras conclusiones sobre los riesgos y apuestas que el equipo de diseño de Milton Keynes ha tomado a la hora de crear este monoplaza.
Ya a simple vista, el nuevo Red Bull se presenta como un coche con un trabajo aerodinámico de otro nivel si lo comparamos con la gran mayoría de las formaciones de la parrilla y con un diseño solo igualable por equipos punteros, como Mercedes o Ferrari. Y es que si tenemos en cuenta la poca variación del reglamento más allá de los cambios con los que la FIA ha querido buscar una mejora en adelantamientos, podemos afirmar que el Red Bull es uno de los coches que más ha variado, sobretodo en su parte central, con respecto al de 2018.
Pese a que lo visto en presentaciones suele diferir a la posterior realidad una vez el coche sale a pista, desde este medio os traemos un breve análisis de las partes más significativas del nuevo RB15. Para que lo podáis seguir bien, nos guiaremos mediante diferentes fotos en que las partes destacadas estarán marcadas con colores diferentes, además de indicaros en que foto podéis encontrar el citado detalle.
Empezando por el morro, que en forma y diseño nos recuerda mucho al visto en el RB14 de 2018, pues cuenta con una abertura al frente muy similar, lo más destacable se centra en dos partes del alerón y ambos cambios vienen dados por reglamento. Centrándonos en la dicha ala delantera, podemos observar la ausencia de las complicadas cascadas de flaps y la simplicidad del alerón, que se compone solo de un plano principal y 4 subplanos superiores (circulo rojo, foto 1) a diferencia del alerón 2018, detallado junto al citado circulo rojo.
Además, observamos también la simplicidad de los endplates del ala (resaltado en verde claro, foto 1), que han pasado a ser prácticamente planos este año. Si avanzamos por el morro hacia la zona de las suspensiones delanteras, observamos que Red Bull usa las tradicionales push-rod, que trabajan por compresión, además de detallarse el conducto de refrigeración de frenos (circulo granate, foto 1), que ya no cuentan con apéndices aerodinámicos.
Más atrás, destaca enormemente la forma en que Red Bull ha imaginado los turning vanes y la conocida como bandeja del té, además de todos los elementos que se disponen hasta la quilla del coche (resaltado en amarillo, foto 1), justo debajo del eje delantero. Por otra parte, también resalta el s-duck que monta el monoplaza austriaco (circulo naranja, foto 1), el cual sobresale en altura levemente desde la posición del cual el morro pasa de ascender a ser prácticamente plano.
Continuamos y llegamos a la zona media del coche, parte del mismo donde los ingenieros de la marca de las bebidas energéticas han dejado volar su imaginación, lo que nos permite ver una zona de sidepods muy trabajada, con una entrada de aire para los radiadores extremadamente comprimida y colocada milimétricamente entre un buen número de flaps y aletines que diferencian al Red Bull de los demás monoplazas de la parrilla por contar con una aerodinámica al límite.
Primeramente, observamos el conjunto de barge boards, que se compone de un gran número de flaps con diferentes cortes (contorno azul turquesa, foto 1) y que propone un gran desafío aerodinámico para el RB15. A la derecha de los barge boards, encontramos el sidepod principal (remarcado en verde oscuro, foto 1), dividido en dos componentes, y que es más simple que en el monoplaza antecesor de Red Bull. Del propio sidepod y de todos los redireccionadores de flujo que lo unen horizontalmente al chasis (zona detallada en el círculo amarillo de la foto 2), se erigen unos retrovisores muy trabajados aerodinámicamente al estilo de los que Ferrari presentaba en 2018 (circulo azul oscuro, foto 1).
Marchando ya hacia la parte trasera del monoplaza, el fondo plano cuenta con diferentes apéndices (señalados con flechas negras, foto 1) en su parte delantera, justo detrás de los sidepods. Algunos centímetros más atrás, observamos también los habituales cortes (circulo morado, foto 1) justo delante del neumático trasero, que han disminuido en número y tamaño si los comparamos con los del RB14. La forma de los pontones y la capota motor sigue una filosofía muy continuista para la marca austriaca, buscando la menor estrechez posible en su parte más trasera (señalado con flechas blancas, foto 1)
Continuando con la parte trasera, observamos la forma redondeada (señalada con flechas azul turquesa, foto 2), justo debajo de la aleta, con la que cuenta toda la parte superior de la capota motor, probablemente introducida para poder incorporar la nueva unidad de potencia Honda, pues no la vimos el año pasado cuando el Red Bull aún montaba propulsores Renault.
Y así, llegamos a la parte del Red Bull que menos nos han dejado ver, el alerón trasero y la vista posterior del coche. Sin posibilidad de ver partes como el difusor, nos limitaremos a señalar las suspensiones traseras convencionales que monta el RB15, además de ambos endplates del ala trasera, claramente modificados con respecto a la temporada pasada (contorno verde claro, foto 2), y que casi se muestran como dos componentes diferentes, aunque permanecen unidos.
Generalmente, podemos decir que la filosofía de Red Bull de cara a 2019 ha sido la de arriesgar, sobretodo en su diseño aerodinámico, pues otras características típicas de la marca como es el rake (ambas lineas rojas, foto 2) siguen bien presentes en el monoplaza. Por ello, si el motor Honda funciona y es capaz de estar al nivel, la presencia de la marca austriaca en las primeras posiciones no sería rara de ver, pues el trabajo de chasis parece estar bien hecho, aunque deberemos esperar para ver con que nota.