Análisis de Red Bull 2018: Año de transición previo a la llegada de Honda
Red Bull es uno de esos equipos que acostumbra a luchar constantemente por poles y por victorias. Sin embargo, la llegada de los motores V6 turbo híbridos no sentó muy bien a Renault y, por ende, tampoco al equipo austriaco. En 2018, Red Bull finalizó el mundial de constructores en 3º posición, lejos de Mercedes y Ferrari, pero con un mundo de puntos de ventaja respecto al resto de equipos.
Por segundo año completo consecutivo, los pilotos titulares del equipo de Milton Keynes fueron Daniel Ricciardo y Max Verstappen. Entre ambos consiguieron 4 victorias: Ricciardo ganó en China y Mónaco, mientras que Verstappen lo hizo en Austria y México. Sus actuaciones sumaron un total de 248 puntos para Max Verstappen y 170 para Daniel Ricciardo, que les situaron en 4ª y 6ª posición en el mundial de pilotos.
Como acostumbran los coches diseñados por Adrian Newey, el RB14 fue un monoplaza equilibrado, con un trato exquisito de los neumáticos y una gran ventaja competitiva en circuitos revirados, donde el motor tiene menos importancia.
La evolución del coche sin duda estuvo condicionada por el hecho de que Red Bull pasará a estar motorizada por Honda durante 2019. Esto cambiará la estructura interna del coche, lo que tendrá un reflejo en la geometría del chasis y la aerodinámica. De esta forma, sabiendo que Mercedes y Ferrari iban a estar por encima, Red Bull se centró en el desarrollo del monoplaza de 2019 buscando luchar por todo con el nuevo motor. Aún así, esas 4 victorias son un balance positivo para los hombres de Christian Horner, que acabaron 2018 en un magnífico estado de forma.
Verstappen no se bajó del podio en las últimas 5 carreras de la temporada y compensó los errores de pilotaje que tuvo durante la primera parte del año. Sin embargo, Ricciardo se llevó la cruz de la moneda en forma de problemas de fiabilidad: el australiano se vio obligado a retirarse en 8 carreras, un 38% de la temporada.
Si se hace hincapié en la evolución de cada uno de los pilotos, encontraremos 2 tendencias muy diferenciadas para la primera y la segunda parte de la temporada. Hasta el Gran Premio de Hungría (previo a las vacaciones de verano), Ricciardo había conseguido 2 victorias, por sólo 1 de su compañero de box.
Además, en estas primeras 12 carreras de la temporada, Verstappen acumuló diversos errores de pilotaje que se tradujeron en carreras sin terminar y muchos puntos perdidos para el equipo. En ese mismo periodo, Ricciardo fue más constante, pero los problemas de fiabilidad le imposibilitaron tener mejores números. 4 abandonos para cada uno en esas primeras 12 carreras de la temporada. Mucha irregularidad.
Tras el parón veraniego, el ritmo de abandonos de Ricciardo se acentuó y no logró ningún otro podio. En esas mismas 9 carreras, Verstappen subió 7 veces al podio y consiguió una apabullante victoria en México, donde mostró una conducción que rozaba la perfección y supo sobreponerse a los Ferrari, que completaron el podio. Además, un incidente con Esteban Ocon cuando éste trataba de desdoblarse en Brasil le privó de lograr una nueva victoria.
En general, la temporada de Max Verstappen fue superior a la de Ricciardo y con esto el holandés muestra un alto nivel de madurez deportiva que le servirá para liderar el equipo en 2019. El australiano, tras una temporada marcada por los problemas de fiabilidad, cambia de barco y se sube en uno llamado Renault, lleno de sueños, pero también de retos que cumplir.
2018 fue la última temporada del acuerdo Red Bull-Renault que se inició en 2007. Además, también fue el año de la salida de Daniel Ricciardo de la estructura de las bebidas energéticas. Pese a no haber conseguido luchar de tú a tú con Mercedes y Ferrari, los de Milton Keynes lo tienen casi todo para volver a tener un gran año en 2019. Todo dependerá de Honda, porque está claro que la versión madura de Verstappen es un gran valor.
Además de esto, Pierre Gasly se subirá al coche pata negra de Red Bull y tendrá una oportunidad de oro para demostrar que su elección como sustituto de Ricciardo fue un acierto. No lo tendrá fácil.
En fin… ¡Este fue el 2018 de Red Bull Racing!