¿Qué fue de Jarno Trulli?
La Fórmula 1 ha vuelto con muchas ganas de las vacaciones, por lo que esta semana tampoco descansamos y afrontamos ya el Gran Premio de Italia. Como cada martes, os traemos una nueva entrega de la sección semanal “¿Qué fue de…?”, donde se recopila la historia de pilotos, equipos y circuitos que han formado parte de la Fórmula 1.
Esta semana, con motivo del Gran Premio de Italia, traemos a un piloto de la casa, con una amplia carrera en el automovilismo, y que seguramente todos conozcáis. No es otro que Jarno Trulli, muy conocido en España por ser el compañero de Fernando Alonso en los comienzos del asturiano con Renault.
Los padres de Jarno eran unos entusiastas del motor, daba igual si se trataba de motos o de coches. La pasión por el motor le fue inculcada a Trulli desde bien pequeño, por lo que su padre no tardó en ponerlo al volante de un kart, con los que se proclamó campeón del mundo y de Italia entre 1991 y 1992, antes de dar el salto definitivo a los monoplazas.
En 1993, Jarno Trulli llega a la Fórmula 3 italiana, donde no terminó de destacar en las seis carreras que disputó. Sin dejar la Fórmula 3, al año siguiente disputa una carrera de Fórmula 3 británica, antes de mudarse en 1995 al certamen alemán, donde acabó cuarto antes de proclamarse campeón al año siguiente.
En 1997, llega la gran oportunidad de Trulli. Minardi, catapulta a la Fórmula 1 de muchos pilotos como Fernando Alonso o Marc Gené, se interesó por el joven italiano, que firmó con ellos para disputar toda la temporada. Tras siete carreras, el piloto titular de Prost GP, Olivier Panis, sufría un fuerte accidente donde se rompía las dos piernas, entonces el ex-piloto de Fórmula 1, Alain Prost, decidió fichar a Trulli para sustituir al francés. Fue entonces cuando el piloto italiano logró sus primeros puntos en el “Gran Circo”, en el Gran Premio de Alemania.
Las actuaciones de Trulli con Prost convencieron al ex-piloto de Ferrari, que a la vuelta de Olivier Panis decidió mantener al italiano en la alineación. Dos años más con el equipo francés, con los que también consiguió su primer podio. Fue en 1999, en el Gran Premio de Europa, donde terminó segundo en una de las carreras más caóticas que se recuerdan en la Fórmula 1. Para la siguiente temporada, Jarno Trulli se muda al equipo Jordan, donde obtiene resultados bastante irregulares, debido principalmente al rendimiento de su monoplaza, causa que le llevó a aceptar la oferta que Flavio Briatore le hizo a finales de año para unirse a Renault en 2002.
El italiano inicia entonces la etapa más exitosa de su carrera. Llega a Renault, donde compartiría equipo con Jenson Button, y aunque en su primer año en el equipo del rombo no lo tuvo fácil, Trulli logró sobreponerse y dar un salto de calidad en 2003, donde volvió al podio en el Gran Premio de Alemania. En 2004, aún con Renault, el de Pescara arranca de manera espectacular la temporada, logrando un podio en España y la ansiada victoria una semana después, en el mítico trazado de Mónaco. Tras la meteórica temporada de Trulli, Toyota se interesa por el italiano, que firma sin dudarlo, algo que no gustó en el seno de Renault. Sus resultados decayeron y la relación con el equipo se deterioró tanto que no llegó a terminar la temporada con el equipo galo.
Tras debutar con Toyota ya en las últimas dos carreras de la temporada 2004, Trulli inicia la temporada 2005 aún en mejor forma que la anterior, logrando tres podios en las cinco primeras carreras. Gracias a sus actuaciones, Toyota firmó una de sus mejores campañas en la Fórmula 1, algo que dio mucha confianza a los japoneses para la próxima temporada. Las expectativas se torcieron y la temporada 2006 fue un año para olvidar, tanto para Toyota como para Trulli, ya que no consiguieron ningún resultado destacable aquel año. A pesar de las dificultades, el piloto italiano decide renovar su compromiso con la marca japonesa una temporada más.
Para 2007, se apreció una mínima mejora en Toyota, que aún así seguía atravesando dificultades en lo que a rendimiento se refería. Un pobre 2007 desembocó en un 2008 más competitivo, donde el equipo y Trulli lograron volver al podio, esta vez en el Gran Premio de Francia. En 2009, la marca japonesa dio un salto definitivo, y Trulli logró tres podios en Australia Japón y Bahréin, donde además marcó la pole position.
Para la temporada 2010 Toyota ya había abandonado el “Gran Circo”, por lo que Trulli, en un acto de resignación a abandonar la Fórmula 1, ficha por uno de los novatos de la temporada, el Team Lotus, que poco tenía que ver con la antigua escudería británica. El italiano llegó a probar con Toyota uno de los coches de NASCAR, además de recibir ofertas de USF1 -escudería estadounidense que no llegó a entrar en la competición- y Sauber, pero finalmente acabó firmando por el nuevo proyecto de Tony Fernandes. Después de dos temporadas aciagas, en la cola de la parrilla y con un monoplaza muy inferior a lo que habitualmente había pilotado, Trulli abandona la Fórmula 1 en 2012. Su actual equipo, renombrado como Caterham Racing, contaba con él para la nueva temporada, pero la llegada del capital ruso aportado por Vitaly Petrov dejó al italiano fuera de la Fórmula 1.
Después de su despido de Caterham, Trulli disputa el certamen de turismos, FIA GT Championship, retirándose del automovilismo definitivamente a finales de la temporada.
Dos años después de su retirada, en los que se dedicó a la producción de vino en las bodegas que el mismo fundó tras abandonar la competición, Trulli se interesa por la nueva competición 100% eléctrica que iba a tutelar la FIA, la Fórmula E. El italiano, con intención de participar en este nuevo proyecto, crea un equipo para disputar la temporada inaugural de la competición, Trulli GP, equipo del que no solo sería el dueño, sino también el piloto titular. Tras conseguir una pole en la temporada 2014-2015, el de Pescara decide seguir adelante una temporada más, pero problemas en las verificaciones de sus monoplazas en las primeras carreras de la temporada le llevan a abandonar la Fórmula E y el mundo del automovilismo de manera definitiva.
A día de hoy, los vinos “Jarno”, situados en la localidad de Pescara, siguen siendo la pasión del ex-piloto de automovilismo. Esta bebida siempre ha sido una de las debilidades del italiano, que desde que se retiró en primera instancia del automovilismo ha dedicado su tiempo a las bodegas que él mismo compró para producir su vino. Tinto, rosado, blanco, cava… ya saben, si alguna vez tienen en sus manos una botella etiquetada con el nombre de “Jarno”, estarán degustando una bebida producida por un piloto con una larga trayectoria en el automovilismo. Disfrútenlo.