Prueba Toyota Yaris Cross: un urbanita muy pintón
Toyota recibió aproximadamente 100.000 reservas de su Yaris Cross tras su lanzamiento hace meses. Un número de reservas que evidenciaban que el nuevo modelo que la marca japonesa estrenaba era necesario dentro del catálogo de modelos que actualmente tienen en el mercado ya que, sorprendentemente, Toyota no contaba con un modelo SUV de pequeño tamaño orientado para la vida urbana y que tanto éxito está teniendo en otras marcas.
Diseño exterior: un Yaris evolucionado
El Toyota Yaris es un modelo que históricamente ha funcionado realmente bien dentro de la marca pero que actualmente, no funciona tan bien por la tendencia SUV que hay a día de hoy en el mercado automovilístico. Los clientes potenciales de vehículos nuevos buscan coches de este tipo y por ello, Toyota ha querido evolucionar el Yaris estrenando esta versión Cross, que comparte muchos patrones de diseño pero que ha sido desarrollado con el objetivo de tener una estética campera.
Estéticamente es un coche “muy pintón”, muy de los gustos actuales. Tenemos esa mayor altura libre y el aspecto campero, pero no nos confundamos, pese a que tiene una versión que tiene tracción integral, el objetivo de este coche y por el que ha sido desarrollado es para que sea utilizado en el ámbito urbano. No faltan protecciones en los bajos de los cuatro costados para dar ese toque aventurero, pero los aspectos más destacados son los faros de LED, la parrilla, los pasos de rueda de formas cuadrada que ya estrenó el Toyota RAV4 en su última generación.
Al igual que el Toyota Yaris, esta versión Cross también está desarrollado en base a la plataforma de la marca japonesa denominada TNGA GA-B, la cual permite que crezca en tamaño, siendo 24 cm más largo en comparación al Yaris normal, debido a voladizos más generosos. También, como era de esperar, es 9 cm más alto con una altura libre al suelo 2,5 centímetros mayor y es más ancho, con 2 centímetros extra.
Es un coche que mantiene muchos rasgos del Yaris normal sobre todo en la parte delantera, sin embargo, si pasas a la trasera parece que nos encontramos ante un RAV4 de pequeño tamaño. Cuenta con unos faros traseros LED y con intermitentes dinámicos que están prácticamente unidos por una franja negra, con el logotipo de Toyota en medio. Además, introduce una gran protección plástica que copa casi toda la parte central del paragolpes, que aumenta aún más la esencia campera que tanto le gusta a los clientes actuales. Por ello, a priori, esto debería de ser una apuesta sobre seguro, pues el RAV4 ha gustado mucho a los clientes europeos.
Interior: más tecnología pero no más habitabilidad
El Toyota Yaris Cross es mayor a nivel externo en comparación a su hermano pequeño, sin embargo, gran parte de ese aumento de cotas se debe a los grandes voladizos que tiene el modelo que probamos en esta ocasión. Y es que a nivel de habitáculo, este aumento de cotas no se ha notado en exceso en comparación a un Yaris normal, ya que tienen la misma batalla, 2,56 metros.
Toyota nunca ha acostumbrado a utilizar grandes materiales en sus interiores, algo que es habitual en las marcas orientales de segmento medio como es Toyota. Sin embargo, los ajustes suelen ser realmente buenos y este Toyota Yaris Cross sí que ha mejorado en materiales, sin grandes lujos, en comparación al Yaris normal, con mejores terminaciones aunque la base del interior es prácticamente un calco entre ambos modelos.
Una de las mayores novedades del interior de este Toyota Yaris Cross es la introducción del Toyota Smart Connect con pantalla de 9 pulgadas, con la que la marca japonesa mejora a nivel tecnológico su interior pero que sigue dejando algo que desear a nivel de gráficos sobre todo si lo comparamos con sus rivales europeos. Eso sí, se introduce Android Auto y Apple CarPlay, y tenemos bandeja de carga inalámbrica, algo que da un pequeño plus a nivel tecnológico y de funcionalidad al interior.
En cuanto a habitabilidad, este Toyota Yaris Cross no es uno de los coches que más sensación de amplitud transmite dentro del segmento B-SUV. Pese a que es un coche que ha aumentado en cotas en comparación al Toyota Yaris normal, la batalla entre ejes es completamente igual y eso hace que la habitabilidad no sea un plus en comparación a un Yaris normal. En la parte delantera no contamos con problemas de habitabilidad, como es de esperar, sin embargo, es atrás cuando la nota negativa toma protagonismo al contar con unas plazas delanteras que para comenzar, cuentan con un acceso complicado con unas puertas que no abren demasiado y tienen una entrada realmente estrecha.
Cuatro ocupantes y no más podrán viajar en este Toyota Yaris Cross, sin contar con grandes espacios en las plazas traseras sobre todo para las piernas. Eso sí, contarás con poco más de espacio para las cabezas en las plazas posteriores en comparación a un Yaris normal y donde sí que encontrarás una gran diferencia será en el maletero. Cuenta con un maletero mucho más generoso: cubica hasta 397 litros respecto a los 270 litros del Yaris (127 litros más). Esto lo consigue por una mayor distancia desde la boca del maletero, así como por su doble fondo: el suelo puede colocarse en una posición más baja para ganar más espacio. Eso sí, esto ocurre en esta versión que no es tracción cuatro ruedas, ya que el doble fondo se pierde en el Toyota Yaris Cross de tracción integral al contar con el sistema eléctrico asociado al eje trasero de la tecnología AWD-i de Toyota.
Motorización: sorprende
El motor del Toyota Yaris Cross está conformado por un bloque atmosférico de gasolina con 1,5 litros y tres cilindros en línea, que entrega 93 CV, más una unidad eléctrica de 79 CV. En conjunto, el sistema desarrolla 116 CV y 120 Nm. Nuestra unidad de pruebas era la versión de dos ruedas motrices, siendo el mismo motor que utiliza a día de hoy el Yaris normal.
En España, el Toyota Yaris Cross solo se comercializará con mecánica híbrida y la potencia que hemos mencionado anteriormente. La marca japonesa cuenta con una experiencia más que amplia en esta tecnología y se espera un resultado a nivel de rendimiento y consumos realmente buenos. Yo no he sido nunca aficionado de la caja de cambios CVT que monta Toyota en sus modelos, con infinitas relaciones de transmisión, ya que el comportamiento de esta caja de cambios cuando le exiges al motor hace que la rumorosidad del coche sea realmente alta y el rendimiento a nivel de aceleración sea lento. Parece que el coche va a despegar, literalmente, por el sonido que hace el motor rindiendo a muchas vueltas, sin embargo, no encontramos resultados a nivel de rendimiento teniendo en cuenta el sonido. Y eso, a mí personalmente, no me gusta porque dan ruido y falta de respuesta, a pesar de tratarse de un verdadero coche híbrido.
Pero si la conducción es tranquila y lineal, la conducción de este Toyota Yaris Cross se hace realmente cómoda. El motor cumple a la perfección en entornos urbanos, pudiendo sacar máximo partido del sistema híbrido en condiciones de ciudad, consiguiendo unos sorprendentes consumos. Pese a que el rendimiento es normal, sin grandes excentricidades y las discretas sensaciones que me dio la caja de cambios CVT; a nivel de consumos debo decir que me sorprendió gratamente con un consumo de 5,6 litros a los 100 kilómetros haciendo un uso normal del coche y haciendo mucha más carretera para lo que un cliente de este tipo de coche va a hacerle a este modelo, ya que es un coche orientado a la ciudad.
Comportamiento: agilidad en ciudad y un poco forzado en carretera
Tenemos que tener en cuenta que el Toyota Yaris Cross es un coche que está orientado a la ciudad, como modelo del segmento SUV de pequeño tamaño que finalmente ha conseguido ocupar tras años de ausencia en este rango de mercado. Por ello, tenemos que tener en cuenta que su hábitat natural será la ciudad y en algunas ocasiones, el off-road que no sea complicado si adquieres una versión con tracción integral.
Este coche está muy orientado al uso urbano, donde se desenvuelve muy bien. Gracias al sistema híbrido tenemos bastante agilidad al acelerar y su dirección es ligera, lo que ayuda a maniobrar y a los giros cerrados, y a tener consumos muy contenidos. A nivel de suspensiones me gustan mucho, con unos amortiguadores que tienen un tacto firme pero que no es incómodo, algo que le da estabilidad al conjunto. También, en ciudad es un coche realmente fácil de conducir, muy suave y silencioso, con un motor eléctrico que se puede encarga de mover el coche con el motor térmico apagado si conseguimos recargar la batería y no aceleramos muy bruscamente, ganando en eficiencia respecto a los motores térmicos.
Sin embargo, es cuando salimos a carretera abierta cuando este Toyota Yaris Cross no se encuentra cómodo, ya que no es su hábitat natural. Bien es cierto que la buena puesta a punto de suspensiones que ya hemos comentado hace que en trazado revirados esta unidad de pruebas se muestre con bastante buena agilidad; en autovía el Toyota Yaris Cross no está cómodo ya que da la sensación de ir realmente forzado.
Se revoluciona más de lo que nos gustaría cuando nos incorporamos o cuando nos encontramos con una pendiente y además, no cuenta con un gran aislamiento. Además, no cuenta con un gran aplomo que nos de confianza para rodar a altas velocidades en autovías, sin embargo, no estamos diciendo que no se pueda viajar con él (algo que yo hice). Lo que indico es que no será todo lo confortable que puede ser, por ejemplo, un Toyota Corolla o un RAV4.
En definitiva, este Toyota Yaris Cross tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, como prácticamente cada coche. Contamos con un coche realmente pintón, un diseño muy fresco y que llama la atención. También, contamos con la interesante etiqueta Eco de la DGT que nos puede dar ciertas ventajas en diferentes ciudades. Sin embargo, este modelo lo veo más como un segundo coche que acompañe a un primer coche con el que viajar, ya que es un coche que está orientado a su uso urbano principalmente. Ahora, tú decides.