Prueba Fiat 500: Un ‘urbanita’ con alguna sorpresa
El Fiat 500 es uno de esos modelos que tienen historia dentro del mundo del automovilismo y la marca italiana decidió recuperarlo hace ya unos años para rememorar una época en la que la automoción era muy diferente, con vehículos mucho más pequeños y con un diseño especial. Y no quisieron cambiar la esencia del modelo, sino que consiguieron aguantar prácticamente el diseño del modelo original en el actual y modernizarlo en materia de seguridad y tecnología a nivel mecánico y de interiores.
El resultado es el que os presentamos a continuación. En esta ocasión nos ponemos al volante de Fiat 500 en su acabado Sport, que cuenta con detalles de diseño y en su interior que le dan un toque realmente atractivo a un modelo que tiene años y años de historia dentro del mundo del automovilismo y os lo presentemos en su versión actual.
Diseño exterior: no pasan los años por él
El Fiat 500 ha tenido, tiene y tendrá multitud de versiones diferentes, por ser un tipo de coche tan dado a acoger todo tipo de personalizaciones. Cuenta con un diseño completamente atemporal, que acepta muy bien los retoques que la marca ha conseguido imprimir sobre él y que, sobre todo, ha conseguido mantener la esencia que tenía ese primer modelo que nació a mediados del siglo pasado.
En nuestro caso, con esta unidad, teníamos disponible la versión Sport del modelo, que para mi gusto es la más atractiva. Con un paragolpes diferente, tanto delantero como trasero, que le daba una apariencia de coche más ancho. Además, las llantas que llevaba nuestra unidad eran realmente atractivas, eso sí, son un extra que tiene incluido, no son las que trae de serie este acabado.
Como hemos comentado la esencia del primer Fiat 500 se imprime a la perfección en este coche, con los faros delanteros divididos en dos y los antinieblas en una situación más centrada. A niveles de diseño no tiene grandes excentricidades, nervios marcados y soluciones de diseño sofisticadas, ya que como hemos comentado, este coche tiene de base al modelo que estuvo presente en el mercado hace unas décadas, cuando los diseños no eran para nada complicados.
Por detrás contamos con la misma filosofía que en la parte delantera y trasera. Con un portón realmente vertical, que hace terminar un perfil del vehículo realmente esférico, contamos con un paragolpes diferente al de otras versiones con una especie de añadido aerodinámico y una parte baja algo más deportiva. Para mí, un aspecto fundamental de esta unidad son las llantas, las cuales le quedan como anillo al dedo y son un extra realmente recomendable para este acabado Sport.
Diseño exterior: 8/10 – Notable
Interior: lo justo y necesario
Pasando al interior de este Fiat 500 Sport vemos algunas diferencias con una versión más tradicional. En primer lugar, destacar que este acabado es uno de los más alto de la gama y cuenta con detalles atractivos como un volante con la típica marca que caracteriza a los volantes de los coches de rally. Además, tiene asientos de cuero realmente cómodos pero sí que se le echa en falta algo más de agarre lumbar. Eso sí, pese a la estética deportiva del modelo, este no es un coche para irse de viajes largos y exigirle demasiado, como comentaremos en los próximos apartados de comportamiento y motor.
Cuando nos sentamos en el interior de este Fiat 500, lo primero que notamos es que los materiales con los que está hecho este habitáculo son todos duros. No hay materiales blandos en ningún lugar, propio de un coche del precio en el que ronda. El volante cuenta con un tacto realmente bueno, tapizado y con una forma más deportiva que acompaña al acabado Sport de nuestra unidad. Además, cuenta con un cuadro de instrumentos digital y la pantalla es la más grande que ofrece Fiat para este modelo. Un equipamiento que hacen de este Fiat 500 Sport un coche realmente interesante.
En cuanto a comodidad, nos encontramos ante unos asiento realmente cómodos, aunque agarran poco en aspecto lumbar, y me gusta mucho la posición de la palanca de cambios. Está en una situación algo elevada, muy a mano para realizar los cambios de marcha con gran facilidad. Además, todos los mandos tienen un buen tacto y están en una posición adecuada. Sí que me costó algo acostumbrarme a que los botones del elevalunas estuviera en la consola central, justo al lado de la palanca del cambio de marchas.
En cuanto a habitabilidad, nos encontramos ante un coche de menos de cuatro metros de longitud con unas medidas de: 3,5 metro de longitud, 1,62 metros de anchura de 1,62m y 1,48 metros de altura. Es un coche homologado para cuatro personas y en las plazas delanteras dos adultos podrán viajar cómodamente sin problemas. Es atrás donde el tamaño de las personas que se sienten delante hará que el espacio sea mayor o menor, pero dos personas de tamaño normal pueden viajar atrás de manera aceptable, eso sí, teniendo en cuenta las limitaciones del habitáculo.
No está hecho para cuatro pasajeros de manera habitual, sino para que haya personas en las plazas de atrás de manera muy esporádica. En cuanto a maletero contamos con 185 litros de capacidad, lo normal en un coche de ciudad de estas caaracterísticas.
Interior: 7,25 / Notable
Comodidad: 7/10 // Habitabilidad 7/10 // Seguridad 7/10 // Equipamiento 8/10
Motorización: es el motor más correcto
Como he dejado entrever a lo largo de esta prueba, este acabado denominado Sport tiene de deportivo la apariencia y el nombre. Es un acabado que tiene una estética muy atractiva, pero no es un coche para irse de viajes largos. Para eso, tienes a su hermano de la familia Abarth, que te dará una experiencia deportiva realmente grata y sin igual.
En esta unidad contamos con el motor de gasolina atmosférico 1.2i de 69 caballos, una potencia suficiente para mover el coche con suavidad. Cierto es que para encontrar los mejores rango de potencia deberemos llevar al Fiat 500 a unas revoluciones altas, a partir de las 3.000 vueltas, pero recordemos que este coche es para su uso en ciudad y un uso esporádico fuera de ella en carreteras convencionales y autovías.
Con sólo 69 caballos de potencia las prestaciones no son para tirar cohetes pero cumple con honestidad en el ámbito urbano y si conseguimos llevarlo alto de vueltas podemos sacarle todo el jugo al motor. Eso sí, en bajas revoluciones la respuesta no es brillante, algo habitual de los atmosféricos que no cuentan con un turbo que les ayude en esas situaciones.
Es un motor con muchos años a sus espaldas y que quizás no pueda competir en términos de consumo con otros bloques más modernos pero se ha convertido en uno de los motores más fiables del mercado. Cuenta con una caja de cambios de cinco velocidades que da unos consumos de 6 litros, algo que hemos podido confirmar en nuestra prueba con un registro de 6,2 litros a los 100 kilómetros.
Este motor destaca por su suavidad y, aunque no es su misión, tiene un llamativo sonido deportivo que de vez en cuando sorprende con un ligero ronquido, algo que personalmente te dibuja una pequeña sonrisa en la cara, ya que eres conocedor que el rendimiento del motor no va a ser a la par de su sonido puntual.
Motorización: 8 – Notable
Rendimiento del motor: 8/10 // Consumo: 8/10 // Caja de cambios: 8/10
Comportamiento: está hecho para ciudad
Nos encontramos ante un coche en el que la distancia entre ejes es realmente pequeña. Esto provoca que su inestabilidad sea realmente importante si no contamos con unas suspensiones firmes que limiten los balanceos de la carrocería para evitar que el coche nos de algún que otro susto. Y eso es lo que ha hecho Fiat con el 500, un coche que está orientado para la ciudad.
De reacciones secas y con un eje trasero que se lleva mal con los terrenos irregulares, el 500 está indicado especialmente para circular por ciudades en las que el asfalto está bien. Con lo único que se lleva mal es con ciertos badenes y algunas calles empedradas, por culpa de un eje trasero realmente duro. Sin embargo, a su favor tenemos que decir que el manejo es realmente bueno.
En comparación a la primera generación de este Fiat 500 modernizado, la dirección ha mejorado bastante. Es realmente cómoda para el manejo de este coche y además, cuenta con una función llamada City, que aumenta la asistencia y deja el volante casi sin peso. Algo realmente útil para maniobrar en ciudad.
Las carreteras convencionales y las autovías no son el lugar idóneo para el Fiat 500. Tras ponerlo a prueba a nivel dinámico, me dí cuenta que sufre mucho en curvas rápidas con juntas de dilatación o asfalto rugoso, momento en el que el eje posterior reacciona con pequeños rebotes que pueden alterar la trazada. Además, los ruidos dentro del interior a altas velocidades es algo alto, ya que la insonorización del habitáculo no es idónea y la calidad de rodadura tampoco ayuda, teniendo algunos ruidos aerodinámicos.
Eso sí, nos puede llegar a sacar una sonrisa en tramos revirados propios de rallyes, ya que cuenta con una buena agilidad gracias a su tamaño y cuenta con un tren trasero que en la vida cotidiana puede no ayudar, pero en momentos de intentar apretarle es una baza a favor. Eso sí, hay que tener cuidado en algunas frenadas fuertes, ya que no es tan estable como nos gustaría.
Nota comportamiento: 7,5/10 – Notable
Dirección: 8/10 // Suspensiones: 6/10 // Ayudas de conducción: 8/10