Max Verstappen no tiene rivales en Barcelona; Sainz y Alonso sufren en su carrera de casa
Max Verstappen vence un Gran Premio de España en el que no encuentra rival en ningún momento de la carrera: el neerlandés es más líder del Mundial tras dominar a placer en el Circuit de Barcelona-Catalunya, que es testigo de un pésimo día para Carlos Sainz y Fernando Alonso. Los Mercedes confirman su paso adelante con un doble podio.
El Circuit de Barcelona-Catalunya albergaba a 125.565 espectadores en sus gradas, registrando una asistencia superior a la del pasado año. Así se daba inicio a la carrera, bajo un cielo cubierto de nubes que amenazaba con gotas ligeras en los minutos previos. Pero la prueba empezaba en completas condiciones de seco y Max Verstappen protegía el liderato frente a Carlos Sainz, cerrándole la puerta hacia la escapatoria de la curva uno.
La salida era relativamente limpia, exceptuando un incidente entre Lewis Hamilton y Lando Norris: el piloto de McLaren rompía parte de su alerón delantero después de tocar al Mercedes en la primera chicane del trazado catalán. Un golpe que terminaba con toda opción para la estructura de Woking, pues se veía obligada a parar en boxes al piloto que ayer les hizo soñar con una meritoria tercera posición en la parrilla.
A partir de ese momento, y ya sin amenaza de lluvia, el vaivén de pit-stops era constante. La mayoría de equipos optaban por cambiar neumáticos, incluso antes de lo esperado, ya que la degradación hacía acto de presencia muy rápidamente. Carlos Sainz era uno de los que más lo sufrían, adelantaba su parada para montar el compuesto medio y así se protegía de Lewis Hamilton, quien no lo lograba el overcut sobre el madrileño.
Pese a ello, la rápida degradación del Ferrari pasaba factura cuando las estrategias se volvían a emparejar y el español cedía posición en pista con Lewis Hamilton y George Russell, mientras que Max Verstappen se escapaba en su propia carrera. Las cosas no salían mucho mejor en el garaje de Fernando Alonso, que hoy tampoco encontraba el ritmo de anteriores fines de semana. Claramente, la jerarquía del Gran Premio de España, obviando la superioridad de Red Bull Racing, la dominaba Mercedes AMG F1.
Los problemas en los de Maranello eran evidentes, como delataba el rendimiento de carrera de ambos coches. Dejando de lado su salida desde el carril de boxes, la degradación y la falta de velocidad general tampoco facilitaba la remontada de Charles Leclerc. A falta de poco más de veinte vueltas para la conclusión, el español y el monegasco montaban el duro con diferentes expectativas, aunque ninguno de ellos con grandes opciones.
La acción en pista sí parecía estar asegurada con numerosos adelantamientos, la mayoría de ellos en la frenada de la curva uno y con los efectos del DRS. Con la carrera ya decidida en las primeras posiciones, teniendo en cuenta la superioridad de Mercedes sobre la debacle máxima de Ferrari y Aston Martin en Montmeló, algunas batallas interesantes se libraban en la zona media y baja de la parrilla.
En la caída de la bandera a cuadros, Max Verstappen se hacía con un nuevo triunfo estratosférico, sin rival de principio a fin y con una cómoda ventaja de XXX segundos sobre Lewis Hamilton. Los Mercedes, con George Russell tercero, confirmaban, así y con un doble podio, su gran paso adelante este fin de semana. Sergio “Checo” Pérez cruzaba la meta en cuarto lugar, precediendo a Carlos Sainz, Lance Stroll y Fernando Alonso, que sufría con el peor ritmo de su monoplaza en lo que va de campeonato.