Marcus Ericsson, desolado tras un fin de semana para olvidar
El piloto sueco de Sauber, Marcus Ericsson, no ha podido finalizar el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 celebrado en la jornada de hoy en el mítico circuito urbano del principado. Y es que el fin de semana del equipo suizo ha ido de mal en peor, sin ritmo en ninguna de las diferentes condiciones y con malas actuaciones en todas las sesiones del fin de semana, desde los primeros libres hasta la carrera de hoy, donde ninguno de los dos pilotos ha conseguido cruzar la meta.
Y es que tras salir en las últimas posiciones, los dos Sauber se han tenido que resignar a luchar por las últimas plazas, batalla que no han sabido llevar a buen puerto puesto que los dos coches se han quedado en mitad del camino antes de cruzar la linea de meta. Mientras que Pascal Wehrlein ha sufrido un accidente tras tocarse con Jenson Button en la famosa curva de Portier, Ericsson ha abandonado tras golpear el muro de Santa Devota, la primera curva del trazado, debido a la pérdida de temperatura en sus neumáticos tras rodar varias vueltas detrás del coche de seguridad.
“Ha sido un fin de semana, muy duro desde el principio hasta el final”, explica Marcus Ericsson tras la carrera. “Con el ritmo que hemos tenido este fin de semana, la carrera fue digna por mi parte. Por desgracia, tuve algunos problemas con el sobrecalentamiento de los frenos detrás del coche de seguridad. Traté de bajar la temperatura de los frenos, un mal objetivo en el momento en que tenía que mantener los neumáticos en la ventana de trabajo correcta. La combinación de sobrecalentamiento frenos y los neumáticos en frío me hizo luchar mucho para frenar el coche, así que no pude evitar irme recto contra las barreras”, comenta el sueco para finalizar.